Mis caminos hacia Vargas Llosa
Ernesto
Cuando Vargas Llosa gano el Premio Nobel, me alegre y personalmente me sentí tontamente tranquilo de poder decir que había leído 4 obras de él, pero leer este post de Alvaro Felipe me hizo recordar que probablemente yo podría haber llegado a la situación de no haberlo leído nunca o tal vez menos.... para vergüenza mía (siendo alguien que se supone le gusta leer), así que creo que conviene que me explique acerca de este camino incompleto hacia nuestro laureado escritor.
En parte creo que la razón de este analfabetismo vargasllosiano proviene de mi entorno familiar, habiendo crecido en el seno de una familia de izquierdas, orgullosa de sus rebeldías universitarias la presencia de Vargas Llosa en nuestra modesta biblioteca, era prácticamente inexistente salvo una edición de "Los jefes" que apareció en una de nuestras mudanzas.
Así pues mi lectura ochentera se baso en los geniales cuentos rusos que mi papá periódicamente compraba en una desparecida librería de la Avenida Tacna, y ya luego.. al acabar la primaria y empezar la secundaria, Ribeyro (mucho Ribeyro a mi mamá siempre le gustaron sus cuentos), El Quijote, Verne, Palma y sus Tradiciones, Stevenson y algunas cosas mas que pille en una colección de Oveja Negra que salio por esa época. Pero de Vargas Llosa ... nada, por alguna razón no entraba a nuestra casa, las referencias que tuve venían de las usuales bromas en Risas y Salsa donde salpicaban con una retahíla de sus títulos de entonces "Me fui a la casa verde con la señorita de Tacna", "...¿Quien mato a Palomino Molero?" "Pues la verdad es que yo tampoco lo se", o el comentario que una vez se hizo en Caretas "Para ser Miss Perú no basta decir que se desea la paz mundial o que su escritor favorito es Vargas Llosa".
Si, así estaban las cosas por mi casa durante la primera mitad de los 80s, tal vez algo empezó a cambiar cuando se estreno la película "La ciudad y los perros", la cual si mal no recuerdo tuvo buena acogida por el publico y la prensa de entonces, aunque claro.... le dedicaron demasiada atención a la actriz Lourdes Mindreau que si tuvo 5 minutos en pantallas fue demasiado.
De ahí el salto mediático lo vimos en 1987, claro.... la estatización de la banca, el movimiento Libertad y la consecuente campaña por El Gran Cambio, y como era lógico en mi familia no estábamos con el Fredemo, y bueno... el resto es historia conocida.
Fue recién en 1993 que leería un libro de Vargas Llosa pero no por saldar curiosidades literarias pendientes, sino por leer un testimonio directo de uno de los procesos políticos mas largos y complicados que vivimos en el Perú, es así que me embarco en la apasionante lectura de "El Pez en el agua", novela que narra muchos detalles de la etapa política entre 1987 y 1990, así como parte de la infancia y juventud del escritor. Me gusto por su estructura ágil que hacia que uno no se perdiera ante la avalancha de hechos narrados, en esa biografía pocos caían bien parados, pues era inevitable que aun quedara parte de la pica por todo el desgaste intelectual y personal que significo dicha campaña. Pero en todo caso me dejo algo de inquietud por este autor, aunque mi paso por la universidad me dejo poco margen para curiosear en la literatura, como no fuera Verne o algo de ciencia ficción.
Es curioso, recién leí una novela "en serio" de Vargas Llosa a poco de llegar a España, me la presto una compañera de piso y esta no fue otra que "Conversación en la Catedral", la cual por primera vez me hizo lamentar no haberle dedicado suficiente atención en los años anteriores pues la crudeza con que se narraban los hechos iban de la mano con un fluidez admirable... cautivante y que te hacia pensar. De ahí el 2003 me tocaría ver a Vargas Llosa en la Feria del Libro de Madrid firmando autógrafos así que aproveche para sacarle esta foto.
Es también en esa Feria del Libro que en una ocasión diferente me compre "Lituma en los Andes" y la imprescindible y atrapante "La fiesta del chivo" donde se nota un gran esfuerzo de construcción literaria, pues solo mediante un trabajo metódico y paciente puede entenderse que se haya podido llegar a tal nivel de detalle en la representación de los diversos personajes (reales y ficticios) que conforman la obra; novela que tuve la suerte de que me la firmara....
De esa manera salde el primer tramo de mi deuda literaria con Vargas Llosa, deuda que durante buen tiempo fui ignorante de padecer, y que espero poder seguir cubriendo en los próximos años y que tal vez sea con "El sueño del celta" que sale hoy a la venta....
